El Templo del Espíritu Santo es un foco antiquísimo ubicado sobre Long Island, New York. En un artículo titulado "Long Island es territorio sagrado," el amado MaháChohán dijo:
«Hace quinientos mil años, cuando la cultura atlante estaba en su apogeo, el área que actualmente es Long Island era considerada tierra santa, tierra sagrada. Estaba entonces, como lo está ahora, completamente rodeada de agua, y la totalidad de la tira de tierra estaba dedicada al sacerdocio.
«La gente de esa era había logrado una gran iluminación, comprensión y unicidad con la Presencia de Dios, de manera que conocían el poder de la radiación, así como también la importancia de la acción vibratoria que pasaba a través de los cuerpos de individuos encarnados.
«Era Ley que a nadie —salvo a los sacerdotes y sacerdotisas de la Llama — se les permitía jamás poner pie en la isla, ya que era un centro altamente magnetizado de corrientes espirituales. Debido a su pureza y a la protección suministrada por la amable aceptación de la gente, esta isla se convirtió en el punto más altamente cargado de la superficie del planeta. No era aconsejable poner pie sobre la isla propiamente dicha, ya que fuertes corrientes de fuerza estaban cargadas a través de ella, y era como tocar un cable de alta tensión.
«La Hueste Ascendida tiene intenciones de poner de manifiesto la misma perfección, en un espiral superior para la Edad Dorada Permanente; y nos estamos esforzando por revivificar esas corrientes de Luz que han sido atraídas allí durante miles de años.»
Extraído del libro: "Templos y Retiros de la Gran Hermandad Blanca" Werner Schroeder, Serapis Bey Editores S.A. Panamá
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