La "personalidad" (a la cual a veces se hace referencia como "el ser externo") es justamente lo que este último término denota: La conciencia externa de la corriente de vida individual que ha olvidado su Fuente Divina y se piensa separada de Dios, condición que—por supuesto— es enteramente imposible, ya que DIOS ES LA VIDA y la vida del "ser externo" o "personalidad" ¡es la Vida de Dios!
Por ende, el "ser externo" es aquel que le ha dado reconocimiento (en gran parte) solamente a las apariencias de su propio mundo que le rodea. Este "ser externo" es reconocido y asociado por otros que tienen el mismo grado de conciencia en contraste al "ser interno" o "Conciencia Crística", un foco viviente que está anclado en el corazón físico dentro de la Inmortal Llama Triple que allí está; la energía que le da al corazón físico la habilidad de palpitar. Este "ser interno" no se puede ver con la vista física o escuchado con la audición física de los individuos espiritualmente dormidos. Este "ser interno" a veces también se le denomina "la callada y pequeña voz interior".
La palabra "personalidad" emana del término griego "personnse", que se refiere a una "máscara". En los albores del teatro, sólo se usaban hombres y niños como actores para representar los diversos caracteres, y se utilizaban máscaras para expresar las múltiples emociones humanas (v.g. tristeza, risa, sorpresa, etc.). Muchas veces, al listar el elenco en una obra de teatro, encima de la lista de nombres aparecerían las palabras "Dramatis Personnse" denotando "las máscaras dramáticas que aparecerán en esta obra". Así, la "personalidad" es la máscara humanamente creada que cubre la perfección de la individualidad de uno, esa individualidad que siempre ha sido perfecta y que ¡siempre permanece PERFECTA!
¡La Perfección Divina del Patrón Lumínico del individuo no puede ser nunca cambiado o expoliado en forma alguna! Las discordantes sombras humanas pueden sólo ser impuestas sobre esa luz, confinando su glorioso esplendor, belleza y perfección divina. Esto ha sido hecho por el olvido del hombre en cuanto a la Fuente de Luz Divina, de Vida Divina y de Amor Divino desde donde Él emanó para comenzar. Ahora, mediante el uso del regalo trascendental del Fuego Violeta del Amor Divino, Transmutación, Misericordia y Compasión vuelve el hombre a recibir la oportunidad de purificar las sombras que él mismo ha creado en el pasado, y trasmutarlas AHORA en Luz.
Entonces, mediante el uso correcto de la palabra creadora “YO SOY" (que es el nombre de Dios mismo — Éxodo 3:14), podrá él reconstruir su mundo de nuevo y alcanzar la Maestría Eterna en la Victoria de su Ascensión en la Luz. Ésta es la meta inmortal de toda corriente de vida en este planeta o en cualquier otro, ¡la Ascensión en la Luz! El Maestro Ascendido Jesucristo alcanzó esta Victoria y logró Su propia Ascensión por el recto uso de las mismas Leyes que Él y los otros Grandes Seres nos están enseñado hoy; y es que, ¿acaso no dijo él: "Estas cosas que yo hago y más VOSOTROS TAMBIÉN LAS PODÉIS HACER"?
"Los Siete Poderosos Elohim Hablan sobre los Siete Pasos a la Precipitación" Apéndice Explicativo, Serapis Bey Editores S.A. Panamá
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